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La Misteriosa Experiencia Del Matrimonio Hill

El matrimonio Hill

El 19 de Septiembre de 1961, el matrimonio compuesto por Barney y Betty Hill fue protagonista de un episodio que cambiaría sus vidas.

Barney Hill, varón de 39 años de raza negra, trabajaba como empleado postal. Había sido presidente de acción política del NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color). Su trabajo era recoger quejas de abusos cometidos contra gente negra y pasarlas a la autoridad central del Estado. Estaba casado en segundas nupcias con Betty, mujer de raza blanca y con quien vivía en Portsmouth, en el estado de New Hampshire.

La existencias que ambos llevaban no era de lo más idílica, pues Barney sentía serios remordimientos por haber abandonado a su anterior esposa y a sus hijos para casarse con una mujer de raza blanca; además la presión a la que estaban continuamente sometidos por tratarse de una pareja interracial, en un tiempo en el que el racismo abundaba en EE.UU., provocó a Barney una úlcera de estómago y un principio de desequilibrio emocional, que lo instó a asistir a un psicólogo. Barney era un escéptico del fenómeno Ovni.

Betty Miller, de 41 años, era encargada de Auxilio Social trabajando en obras sociales de la beneficencia del estado.
En una ocasión sus padres y su hermana le hicieron la confidencia de que habían sido protagonistas de la visualización de un ovni, tras lo cual, Betty llegó a creer absolutamente en ellos e interesarse sobremanera por el tema, soliendo leer libros sobre el particular y disfrutando con películas y seriales referente a ello.

A falta de hijos con los poder ejercer de padres, Betty y Barney Hill se hicieron con Delsey, una perrita a la que integraron en la familia y que en el episodio que vivieron en 1961, fue un testigo mudo.

En ese año de 1961, en el mes de septiembre, el matrimonio Hill decidió tomarse unas vacaciones e irse a descansar unos días a Canadá, realizando el viaje en su coche Chevrolet Bel Air, modelo 1957, hacia donde partieron el 14 de septiembre, y emprendiendo el camino de regreso el 19 del mismo mes.
Circulaban por una carretera de New Hampire, a eso de las ocho de la noche, cuando tras tomar la autopista US3 en White Mountains, Betty divisó bajo la luna una luz parecida a una estrella, y que aparentemente tenía movimiento. Tratando de averiguar de qué podía tratarse, detuvieron el vehículo varias veces para observarlo bien con los prismáticos que siempre llevaban en la guantera.
La luz se veía bastante lejos, y les pareció que se movía, aunque no estaban seguros. Siguieron su camino mirando aquello que desaparecía detrás de árboles o la cima de una montaña para reaparecer de nuevo, pero encontraban difícil saber si se movía o si era el movimiento del coche lo que daba la impresión que se movía.
Mapa del lugar de los hechos
A Barney también le pareció que la luz se movía y sacó la conclusión que era un satélite.

Reanudaron el viaje con Barney al volante y Betty observando con los binoculares los movimientos de lo que ya había logrado comprobar que se trataba de un objeto en el que creyó ver una hilera de ventanas. Se encontraban a algo más de tres kilómetros al norte de Woodstock. Pensaron que podía ser un avión pequeño y siguieron su trayectoria.
Sin embargo pero Betty insistía induciendo a su marido que aquello era algo extraño. Para entonces Betty tomó aquella luz como un OVNI.

En determinado momento Delsey estaba inquieta, como suele suceder cuando los animales piden hacer sus necesidades, y Betty dijo que era mejor parar y dejarla bajarse y de paso observar aquello.
Detuvieron de nuevo el coche para poder observarlo mejor y comprobaron que se trataba de un objeto grande, que repentinamente cambió de dirección y haciendo una curva se dirigió hacia ellos, se desplazó frente al auto y voló hacia la derecha del camino, dónde quedó suspendido quietamente.
Ante los ojos incrédulos del matrimonio, el objeto soltó de su interior otro más pequeño y descendió sobre el automóvil. Su diámetro tenía la misma anchura que la distancia entre dos de los postes del teléfono y silenciosamente hizo una vuelta completa sobre la carretera, quedando sólo a unos treinta metros de distancia de ellos.
En ese momento el matrimonio Hill tuvo miedo y optó por alejarse de allí a toda la velocidad que el coche se lo permitía, que no era poca. Al partir escucharon unos fuertes zumbidos procedentes del objeto que se les había acercado. Unos cincuenta kilómetros más adelante volvieron a escuchar el siniestro zumbido, pero en esta ocasión sin llegar a ver objeto alguno. El matrimonio consultó el reloj y comprobaron asombrados que entre ambos zumbidos, y en un recorrido tan solo de cincuenta kilómetros, y a gran velocidad y sin detenerse, habían transcurrido nada menos que dos horas.
Ellos no tenían conciencia de ese tiempo, y todo hubiera quedado reducido a una extraña experiencia, sino hubieran sufrido ambos posteriormente extrañas e inquietantes y frecuentes pesadillas, llegando a tal punto de inquietud, que el matrimonio tomó la decisión de acudir a la consulta de un psiquiatra, el doctor Benjamín Simon.

Una vez relatada su experiencia, el facultativo decidió someterlos a hipnosis, y los recuerdos de los Hill demostraron que durante esas dos horas perdidas, habían sido raptados por tripulantes del extraño artefacto.
Lugar en el que los Hill detuvieron el auto
Básicamente los relatos de Barny y Betty coincidían. Según éstos, los tripulantes eran unos seres de aspecto humanoide, de estatura mediana, que se comunicaban mediante telepatía.

Benjamín Simon

Coincidían ambos testimonios curiosamente, que llamaban poderosamente la atención sus ojos, que resultaban especialmente siniestros, “muy parecidos a los ojos de los gatos”. Barny añadía que se alargaban hasta casi las sienes, por lo que su campo visual debía ser considerablemente más amplio que el de los humanos, lo cual inquietaba al matrimonio sobremanera.

Tras someterlos a varias pruebas médicas, entablaron con ellos un diálogo en el que se interesaron por los conceptos humanos de Vejez, Tiempo, Vida, Muerte, etc. Ellos dieron también su opinión sobre estos temas tan profundos. Luego les mostraron lo que sin duda era un mapa estelar y señalaron sobre el mismo un punto concreto, que debía ser su lugar de origen.
Betty comprobó luego, sobre mapas estelares confeccionados por astrónomos, que el punto indicado correspondía a la estrella identificada como CTA – 102, en la constelación de Pegaso.

La experiencia del matrimonio Hill no terminó con la constatación de la realidad del secuestro.

Betty Hill en su 85 cumpleaños

Posteriormente sufrieron experiencias de todo tipo, incluso poltergeist y otros fenómenos que entran ya plenamente en los terrenos de la parapsicología. Incluso hicieron en varias ocasiones su aparición en la casa los denominados “hombres de negro”, que forman parte de la historia secreta de los ovnis.

El caso de los Hill fue conocido públicamente en 1966, cuando la revista Look publicó dos artículos del periodista norteamericano John G. Fuller, en los que se narraba cómo seres alienígenas habían secuestrado en 1961 a una pareja en una carretera secundaria del estado de New Hampshire.


Barney Hill falleció en febrero de 1969 como consecuencia de un derrame cerebral.

Betty Murió el 17 de octubre de 2004, a los 85 años de edad.


La historia que vivieron dio origen al libro “El Viaje Interrumpido” escrito por John G. Fuller

1 comentario:

Nebur dijo...

Se puede consultar mas información del libro Viaje Interrumpido en Coleccion Otros mundos ORG

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